miércoles, 7 de septiembre de 2011

Capitulo 17: Raro

Si. Todo parecía ir viento en popa. Ya no tenía que mentirle a Claire. Todos sabían la relación que manteníamos Jake y yo. Mi familia había regresado sana y salva de su viaje, aunque seguían sin explicarme el porqué… ¡Ja! Ni crean que lo dejare correr así como así. Pero seguía con la molestia de Chelsea. Todos parecían aceptarla así que ¿por qué yo no? Digo, la acepto pero no me “agrada”. Además estaba todo este rollo de que pudiera ver las relaciones de los demás. ¿Cómo dormir sabiendo que una persona a pocos kilómetros de ti, puede romper todos los lazos tanto los de tu familia como los tuyos? No lo haces, punto.

-Nessie, amor. ¿En qué piensas? – pregunto Jake acariciando mi hombro.

Yo bostece y salí de mi estado soñar despierto.

-Nada – mentí. No quería que se diera cuenta de las malas noches que he estado teniendo.

-¿acabas de bostezar? – me miro con

-Eh… si. Ayer me acosté tarde terminando un… ensayo sobre arte contemporánea.

-Aja, y yo pase toda la noche pescando pececitos en mi bañera – se mofo.

-No tienes bañera – le conteste ignorando olímpicamente su burla.

-¿Por qué me mientes Ness? – y seguidamente me encaro.

Estábamos sentados en el sofá de la mansión y todos estaban en casa. Es decir, todos escuchaban.

-bueno, porque no te gustara el verdadero motivo- le respondi

Me miro con cara de pocos amigos pero luego se relajo y me acaricio la mejilla.

-Claro que no boba, puedes contarme lo que sea- hizo una pausa y luego añadió – como siempre ha sido entre tú y yo.

-Eres tan bello…- escapo el pensamiento de mis labios.

La más tierna de las sonrisas se extendió por su rostro y dijo:

-Siempre… - le atice un golpe – ouch… - dijo – bueno, vale. Ya basta de bromas. No te distraigas con mi atractivo y explícame el motivo por el cual tú pequeño angelito has estado en vela.

Yo me reí y luego lo tome de la mano y dije:

-Familia, Jake y yo saldremos a pasear por el bosque.

En un santiamén estuvo mi padre delante de nosotros.

-¿Y ahora? – Me miro con intriga - ¿te mandas sola o qué?

Genial. Papa sobreprotector al ataque.

-Puedo oír lo que piensas – me recordó.

-Lo sé. Era para que lo escucharas – respondí con burla.

De inmediato mi madre estuvo a su lado. Como siempre, ellos no podían estar separados ni 1 minuto. Literalmente.

-Edward déjala. Ya no es tan niña – dijo mi madre pasándole el brazo por la cintura.

-Corrección, la frase es “Ya NO es una niña”- enfatice el no.

-¿Qué? ¡Pero si solo tienes 16 años! –Dijo Edward – serás niña por lo menos 10 años más. – eso lo dijo mirando a Jake que bajo la mirada y susurro algo como “gracias”.

-Mama – le pedí.

-Ed, ya basta. Nuestra niña – me miro riéndose- ya esta crecidita. Además solo van a dar un paseo. ¿O no Jake?

Jake se apresuro y asintió.

-¿Ves? – Dijo levantando mis cejas – nos vemos al rato.

Y sin más que decir, aferre la mano de Jake y eche a correr mientras reía.

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