Capitulo 13: Sorpresa inesperada.

Aun reíamos camino a casa. Este día había sido absolutamente perfecto, lo podía comprobar en la mirada de Jake.

Jake apretó dulcemente mi mano y me pregunto.

-¿Estas bien mi Ness?

Amaba cuando me decía así. Le sonreí.

-Si, a decir verdad muy bien. Me siento… completa.

Jake suspiro y luego inhalo fuertemente

De repente, su cara cambio de pacifica a… descontrolada. Me alarme.

-Jake, Jake ¿que pasa?- dije mientras le tocaba el rostro.

-Vampiros – bramo distorsionado por la furia.

-¿Qué?

-Hay un vampiro Ness, a pocos kilómetros de distancia. Puedo olerlo – murmuro mirando a los lados, tratando de ver por donde se acercaba el intruso.

-Puede que sea como nosotros –murmure.

Jake negó con la cabeza fuertemente mientras alargaba los brazos y me subía a su espalda.
-Puedo oler el efluvio de los vulturis.

En ese preciso instante me paralice. Los Vulturis. Mis pesadillas se hacían realidad. Habían regresado 7 años luego. Seguro que de alguna manera se habían enterado de que mi familia no estaría aquí para protegerme y habían enviado a alguien - seguramente a Dimitri - a asesinarme.

¡Nooo, no, no! ¿Por qué Jake tenía que estar aquí?. ¡NO! No es justo. No es justo. No debería estar aquí, por mi culpa será asesinado también. Conozco a Jake lo suficiente y sé que me protegerá hasta… hasta la muerte. Justo en ese momento una imagen paso por mi mente y se quedó allí, hiriéndome hasta lo más profundo de mi alma. Era Jake, en el piso, cubierto completamente de sangre, sin ninguna expresión en su rostro y… frio.

Me comencé a marear con la simple visualización de la espantosa imagen. Todo me daba vueltas, sentía como las arcadas se amontonaban en mi garganta impidiéndome respirar. No podía permitirlo, eso nunca. Prefería mil veces ser yo la que muriera. Yo podía salvarlo. Estaba en mis manos salvarlo. Tenía que salvarlo.

Tal vez, si corría rápido –tan rápido como nunca había corrido- podría evitar que Jake me retuviera y podría ir al encuentro con mi Sicario. Me mataría rápidamente porque así es como trabajan los Vulturis. Dimitri –o quien sea- al ver que su trabajo ya estaba hecho, se iría. Jake tardaría a lo máximo un minuto y medio en alcanzarme. Pero mi sicario ya no estaría ahí. Así Jake estaría a salvo.

Me propuse a llevar a cabo el plan que había trazado en cuestión de segundos. Lenta, pero cuidadosamente me comencé a bajar de la espalda de mi amor, el hombre de mi vida.

Jake se me quedo mirando notablemente irritado.

-¿Qué crees que haces? Sube, tenemos que irnos – y me agarro por el brazo, formando con su mano una cárcel alrededor mí.

Sabía que no me dejaría ir. Jamás me soltaría.

-No lo harás – declaro.

-¿Qué cosa? – pregunte con fingida sorpresa.

Me miro con el ceño fruncido.

-Lo que sea que estás pensando en hacer- y agrego- ¡No!

Testarudo. Pero yo no iba a ser la causante de su muerte. Nuevamente la imagen me golpeo con intensidad.

Me alce en puntas y le susurre al oído:

-Te amo, nunca lo olvides – y lo bese con todo el amor que sentía.

Junte mi frente con la suya. Jadeaba, pero no era por falta de aire era por miedo a lo que tenía que hacer ahora.

Jake me miro a los ojos con amor.

-Yo también mi Nessie, con todo mi corazón – luego soltó mi brazo y sostuvo mi rostro entre sus manos con delicadeza – Pero no lo digas como si te estuvieras despidiendo.
Miro a los lados de nuevo.

Ahora hasta yo podía sentir el efluvio del Vulturis.

-Saldremos de esta – me prometió limpiándome la única lagrima que se deslizaba por mi rostro – Te protegeré con mi vida amor mío.

Lo bese de nuevo con impaciencia, cuanto extrañaría todo esto que era tan nuevo para mí.
-Te amo, Te amo, lo siento. Vive, vive por los dos. Se feliz amor mío– y luego lo hice.
Empuje a Jake con todas mis fuerzas contra un árbol.

Vi como el árbol se quebró en dos y Jake caía inconsciente. Sabía que estaría bien. Era un hombre lobo después de todo.

Y fue en busca de mi sicario. Con mi muerte todo enemistad de parte de los Vulturis con mi familia – un látigo de dolor me azoto con intensidad – acabaría.

Corrí con todas mis fuerzas hasta que al fin encontré sonidos de pasos. ¿Por qué caminaba?
Me acerque y en efecto. El efluvio estaba ligado con otros. Pude distinguirlos porque en el claro, aquella noche en que mi familia y los vulturis discutieron mi mortalidad, cuando mi madre – otra lagrima corrió por mi rostro mientras el dolor se hacía aún más intenso – me llevo al encuentro con Aro, pude guardar sus efluvios. Así que al fin y al cabo si habían mandado a Dimitri a buscarme.

Esta noche mi vida acabaría.

Vi una silueta en una capa gris intenso a unos 50 metros.

“Te amo Jacob Black” pensé.

Camine los últimos 50 metros que me separaban de mi sicario y entonces este se volvió hacia mí.

Sorpresa. Fue lo único que pude sentí.

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Bueno, Hmm. Este capítulo, aunque esta corto lleva mucho sentimiento. Tanto, que me hizo llorar… si quiere llorar, acompaña este trágico capitulo con la hermosísima canción de
Lykke li- Possibility
De veras…
Dedicado a mi nachi ;)
Pronto publicaré.
Las quiero.
Lely.